La característica más clara y evidente, es el estar auténticamente convencido/a y abierto/a a los cambios, ponderar el lado humano de las personas y respetar el valor de la diversidad humana.
Además, se debe contar con otros rasgos que ofrezcan confianza y generen el buen clima laboral necesario. Estas características son:
Trabajar de forma colaborativa y en equipo, para aprovechar el potencial de cada miembro.
Capacidad para reconocer los errores y las áreas de oportunidad propias, lo que conduce a pedir opiniones a los demás.
Conciencia de los prejuicios, reconociendo los propios, tanto a nivel personal como empresarial.
Compromiso real para mejorar los procesos de inclusión a la diversidad.
Curiosidad e inteligencia cultural para conocer y aprender, así como confianza en sí mismo, para manejar equipos multiculturales y diversos.
Capacidad de generar procesos de valoración de habilidades, para ubicar a cada empleado en el lugar en el que mejor puede desempeñarse.
Reconocer las buenas prácticas individuales y colectivas.
Asignar en el presupuesto anual, actividades y acciones conducentes a mejorar el ambiente laboral y las oportunidades de los empleados.
Agregar en el plan anual, la incorporación de innovaciones y propuestas atractivas para los empleados, como mejoras en el comedor, espacios de recreos activos…
Generar espacios de aprendizaje para todos.
Aceptar a los animales de servicio, por ejemplo, las personas ciegas se movilizan muy bien con apoyo de perros guías.
Contratar (de forma intermitente o permanente) a un gestor, facilitador o intermediador laboral, que apoye los procesos de inducción, inclusión, seguimiento, adaptación y evaluación del desempeño de la PcD, para apoyarle en lo que sea necesario.
Desarrollar políticas de contratación inclusiva.
Mantener una excelente comunicación interna.
Con las políticas de inclusión laboral de las empresas, se contribuye a concientizar a la sociedad, que es posible mejorar el entorno y beneficiar a toda la población.
Importancia de establecer una Estrategia de Comunicación al interior de una Empresa/Institución u Organización Inclusiva.
Una Empresa inclusiva, se asegura de comunicar con claridad y sistematicidad su definición de ser empresa inclusiva, como parte tanto de su responsabilidad social, como de su convencimiento de que esto favorece a sus negocios. La estrategia de comunicación, incluye en primera instancia, al personal de Recursos humanos y Reclutamiento.
Da a conocer las políticas de inclusión a sus empleados en todos los niveles, a los proveedores, socios, aliados, consumidores… En general, da a conocer su definición como Empresa u Organización Inclusiva, a toda la comunidad que de una u otra manera tiene contacto o se relaciona. Además, atiende el uso adecuado del lenguaje para referirse a esta población, anteponiendo siempre la palabra persona.
Las PcD asisten a todas las reuniones, charlas, jornadas de capacitación y forman parte del equipo que representa o expone cuando esto es pertinente. Idealmente, una empresa que incluye, capacita a sus empleados para que conozcan a fondo las condiciones de sus colegas, por ejemplo cuando utilizan formas de comunicación alternativas, el uso de software accesible, adaptaciones básicas a su espacio de trabajo, entre otras.
En la carpeta que se adjunta a continuación, encontrará una presentación sobre las características de cada discapacidad, formas de relacionarse con las PcD y el vocabulario correcto para referirse a estas.
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